Desde el 5 de marzo y hasta el 4 de abril estará la exposición “La necrópolis del olvido” de Jesús Valle Corbacho.
Jesús nos muestra aquellas partes de los cementerios en las que el paso del tiempo, el olvido y las inclemencias han dejado huella. Esos pequeños objetos o figuras que acompañan a la persona fallecida en su última morada. Ese último vínculo físico entre vida y muerte, entre quien reposa para siempre y los vivos que le lloran.
Lo hace con un contraste generoso en su edición y con una delicadeza hermosa que roza lo poético.
No se muestran las tumbas, los nichos, los nombres de esas personas. Jesús es respetuoso con ese silencio eterno, con ese dolor, con ese recuerdo.
La vida es dulce y él consigue, con estas fotografías, que la muerte sea tratada de una manera elegante y dulce también.
